Christopher Ciccone

Christopher Ciccone conoce a Madonna mejor que nadie. No solo es uno de sus cinco hermanos- el mas cercano-, sino que trabajó junto a ella durante dos décadas. Dirigió su “Girlie Tour”, supervisó su imagen, decoró sus casas, la vistió y la desvistió en el “backstage”,  arregló las flores en su camerino, la acompañó a mil fiestas, escuchó los secretos de algún romance contrariado, la defendió de reporteros y paparazzis, y estuvo frecuentemente ahí, a su lado, cuando despertó en la mañana y cuando, al final del día, se fue a dormir. Revisando fotos y artículos de la época, Christopher aparece siempre junto a la estrella, una sombra protectora que, según algunos, fue fundamental en su carrera y que, según otros, aprovechó cada minuto de la fama prestada que recibió.
Durante esos veinte años Ciccone le regaló a su hermana el obsequio mas importante que un confidente puede darle a una celebridad, el silencio. Hasta que un día- por razones bien explicadas en esta entrevista exclusiva con Cosas- la relación comenzó a quebrarse, la distancia entre ellos a acrecentarse, y el hermano, el confidente, el mas fiel colaborador y mas íntimo amigo, decidió escribir un libro titulado “Life With My Sister Madonna” (Mi Vida Con Mi Hermana Madonna).
Aunque en esta era de confesiones escandalosas el libro parece algo tímido- y sin duda inevitable-, ha creado un considerable interés. De “Vanity Fair” a CNN, no hay un medio que no haya hablado al respecto, repitiendo insistentemente los párrafos mas escandalosos. “Chris perdió su virginidad en el asiento trasero de un automóvil con un tipo llamado Russell, igual que Madonna”, “Jack Nicholson, Kate Moss y Naomi Campbell consumieron drogas en alguna fiesta’, “Courtney Love consumió las suyas inmediatamente después del memorial de Gianni Versace”, “Chris y Sean Penn se convirtieron en ‘hermanos de sangre’”, “Kate Moss le pidió ‘cocaína y una copa de champagne’ durante un desfile…”. Tantos son los capítulos sabrosos del libro, que pocos han prestado atención al tema mas importante, la liberación de un hombre que durante largo tiempo- toda su vida, para ser mas exactos- vivió encadenado al carácter, ambición y fama de la mujer mas importante en su vida que, además, es la mas célebre del planeta.
El día de esta entrevista Ciccone estaba en Paris promocionando su libro, Han sido seis meses, dijo, de constantes preguntas y respuestas. ¿Por qué lo escribió? ¿Qué dijo su hermana al respecto? ¿Qué dijo su padre? ¿Es, como ha dicho mas de un critico y/o admirador, una traición?. Pero Chris sigue contestando las interrogantes con tranquilidad y entusiasmo, lo que no debería sorprender a nadie. Después de todo, a los 47 años, siente por primera vez que el micrófono es de él, solo de él y nada mas que de él.
-¿Estás en Paris por negocios o placer?
-Acabo de terminar mi “book tour” europeo. Empezamos en Paris, luego en Ámsterdam, Praga, Budapest, y finalmente regresé a Paris ayer.
-¿Cómo fue la experiencia?
-Fantástica. Especialmente en Budapest, donde vendimos mil libros en un solo día en una sola librería.
-¿Estás sorprendido por el éxito del libro?
-No pensé mucho al respecto cuando lo estaba escribiendo. No puedes planear cuál será la reacción del público. Antes de que apareciera, recibí muchos emails de gente enojada conmigo. Me decían lo mal hermano que era. Pero después de la publicación, me escribieron de vuelta diciendo que había sido un placer leerlo. Creo que muchos, incluyendo mi hermana, estaban esperando lo peor. Pensaban que la destrozaría y que seria muy malintencionado. Pero eso seria no conocerme. Jamás haría algo así. Lo mas sorprendente fue la reacción de Madonna, que me demostró que no me conoce realmente y que, durante todo el tiempo que pasamos juntos, el foco estuvo siempre puesto sobre ella.
-En el libro la describes como una mujer algo egocéntrica…
-¿Algo egocéntrica?- dice riendo- Uno no llega hasta donde ella ha llegado y se mantiene ahí por veinte años sin egocentrismo. Por supuesto que tiene ego. Hubo momentos en que su egocentrismo y egoísmo me molestó, pero en general la acepté siempre como era.
-En el libro hablas de un email donde ella dice: “Te convertí en lo que eres. No serias nada sin mi”. ¿Hay algo de verdad en eso?
-Francamente, creo que nos ayudamos mutuamente a convertirnos en lo que somos hoy. Ni ella ni yo habríamos tenido una carrera sin el otro. No estoy diciendo que hice a Madonna, pero sin duda fui parte importante de su éxito. Durante todos esos años trabajé para ella. No trabajé para J.Lo, ni Janet Jackson ni Britney Spears. Solo para Madonna. ¿A dónde me llevó eso? A su puerta de salida. Quizás si hubiera trabajado para otras estrellas, ella podría decir que “me hizo”. Pero no fue así.
-¿Te arrepientes de haberle dedicado todos esos años?
-No, porque fue un trabajo increíblemente creativo. Además visité lugares que jamás habría visitado y conocí a mucha gente loca…No, no me arrepiento para nada. Pero hay un periodo- entre su matrimonio con Guy hasta hace dos o tres años atrás- en que estuve muy ausente de su vida y me molestó mucho ser su hermano.
-¿Porque te definía como persona?
-Si. No me llevó a ninguna parte. Simplemente era “el hermano de Madonna”. Hasta cierto punto, era inevitable.
-¿Toda la gente famosa con la que mezclabas también te miraba como ‘el hermano de…’?
-En un primer momento si, pero después se convirtieron en mis amigos. O al menos eso fue lo que pensé…Muchos de ellos, gente como Demi Moore, no fueron nunca mis amigos. Hay un tipo de mujer famosa en Hollywood que usa a los hombres gay como accesorio, y lo mantienen a su lado hasta que aparece un hombre ‘straight’.
-¿Eso fue realmente una sorpresa?
-Si, fue una sorpresa. Yo pensé que esta gente era amiga mía, invertí tiempo y esfuerzo en ellos…Fue muy desilusionante.
-En el libro dices que una de las principales razones de tu distanciamiento de Madonna fue Guy Ritchie. ¿Cuál fue el problema?
-Fui y todavía soy muy amigo de todos los hombres que pasaron por la vida de mi hermana. Todavía hablo con Warren (Beatty), con Sean (Penn), y cada vez que veo a Carlos (León) nos saludamos. Pero Guy, desde un principio, no soportó mi presencia. Creo que se sentía inseguro de mi intimidad con Madonna, y el hecho de que yo fuera gay también le provocaba problemas. Aunque ella es un ícono gay, a él no le gusta que tenga gente gay a su alrededor.
-¿Es simple homofobia o hay algo mas?
-En parte es homofobia, pero también hay algo de celos. Actualmente mi hermana tiene dos o tres personas gay trabajando para ella, cuando en el pasado eran la gran mayoría. Incluso sus bailarines son heterosexuales, lo que es una sorpresa. No sé como pudo encontrar tantos bailarines ‘straight’. Es muy raro. Creo que todo es influencia de Guy.
-¿Cómo reaccionó Madonna frente a la relación tan tensa entre tú y su marido? ¿Tomó partido?
-Nunca le dije nada al respecto. Guy es el hombre que ella escogió y no quise interponerme entre ellos. No iba a hacerla elegir…Obviamente estaba enamorada de él, quería una familia, y no quise darle problemas. Hubiera querido que Guy no fuera tan estupido, y ojalá ella hubiera entendido mejor lo que estaba sucediendo entre nosotros. Pero para ser honesto, no sé si podría haber hecho algo al respecto. Era imposible hablar con Guy. No podía dirigirle la palabra, no teníamos nada que decirnos. Creo que siempre me vio como su competencia.
-¿Cómo maneja Guy la fama de Madonna, su egocentrismo?
-Creo que ella se hace cargo de ese problema. Por eso aparece con T-shirts que dicen “Mrs. Ritchie” y se hace llamar así frente a la prensa. Pero al final es peor, porque pareciera que él no es suficientemente seguro para aceptar la fama de su mujer.
-Que su carrera no esté en el mejor momento, no debe ser de gran ayuda…
-No, no ayuda en nada. Pero eso no es culpa de Madonna, sino de Guy. Acabo de ver una entrevista a ella en la televisión holandesa donde dice que ya no le interesa actuar, sino dirigir. Dos directores en una misma familia es mucho. No podría ser un ambiente mas competitivo. Creo que será muy difícil para Guy lidiar con eso.
-Tu has dicho que estabas muy preocupado por la reacción de tu padre frente a tu libro. ¿Qué te dijo cuando lo leyó?
-Mi padre llamaba diariamente a Madonna, porque sabia que estaba muy molesta con el libro. Y me llamaba a mi también, preocupado por lo que iba a decir. Pero le aseguré que seria un libro respetuoso, que no diría nada malo, y que no era nada mas que una bitácora mi vida. Se lo llevé una semana antes de la publicación y le dije que no cambiaria nada. Cuando lo leyó me dijo, ‘ ¿Sabes qué? Creo que nunca antes te había conocido realmente’.
-¿Cómo era tu relación con él hasta entonces?
-Mi padre no me conocía. Hablamos siempre muy poco, y cuando lo hacíamos nunca fue con intimidad. En veinte años, mi única relación familiar fue con Madonna.
-¿Cómo afectó el libro  tu relación tus otros hermanos?
-La hizo mejor. Los hizo darse cuenta de cómo habían sido las cosas en realidad. Durante años cuidé los secretos de todo el mundo, incluyendo los míos. Hasta que visité un terapeuta, nunca tuve a nadie a quien contarle mis intimidades. Y cuando lo hice, ¡me sentí tan libre! Ya no me quedan secretos, y no tienes idea de lo liberador que es. Ya no estoy a la defensiva todo el tiempo, preocupado de cómo afectará a Madonna y su carrera cualquier cosa que diga o haga. Esa fue mi vida durante mucho tiempo, siempre cuidadoso frente a todos, incluso mis mejores amigos. Por primera vez puedo ser yo mismo.
-¿Esa fue la razón principal para escribir el libro?
-En parte. Lo que quería era definirme a mi mismo lejos de mi hermana, pero no tenia idea de lo liberador que seria el proceso. Abandoné la pequeña prisión donde viví tanto tiempo, una prisión que construí yo mismo. No la culpo.
-Si lo que querias era diferenciarte de tu hermana, ¿No es raro que hayas puesto su nombre y su foto en la portada del libro?
-Esa es la estrategia de marketing de Simon & Schuster, mis editores. Por otro lado, es imposible contar mi historia sin incluir a Madonna. En el libro solo hablo de mis experiencias personales, que, además, incluyen a mi hermana. Es inevitable.
-¿La relación entre ustedes fue igual desde niños?
-No. Cuando niños las cosas eran muy distintas. Eramos tantos hermanos, que destacarse era casi imposible. Pero Madonna tenia el mismo nombre que mi madre, era muy parecida a ella y era la mayor, así que siempre atrajo mas atención. Lo entiendo. Además yo no tengo su personalidad; no espero que todo el mundo me esté prestando atención todo el tiempo. De hecho, prefiero que no sea así.
-En libro hablas de los excesos de muchos famosos. ¿Cómo reaccionaron?
-Todo lo que digo sobre Jack Nicholson, Kate Moss o Naomi Campbell es bien conocido. Todos saben que Courtney Love consume drogas; lo que no sabían, quizás, es lo que sucedió después del memorial de Gianni Versace. No revelo secretos de nadie, simplemente doy circunstancias. Naomi me contactó la semana pasada. Me mandó un email diciéndome que había perdido mi número teléfono y que quería hablar conmigo.
-¿Qué le dijiste?
-Le dije que se lo daba, siempre y cuando no me gritara por el teléfono. Y no me gritó. Por el contrario, me dijo que el libro le había gustado y que me agradecía que no hubiera sido mas malvado. Habría sido muy fácil alterar el tono de estas historias y contarlas en un forma mas negativa. Pero ese no es mi carácter.
-¿Algún otro efecto del libro en tu vida?
-Estoy seguro de que Demi Moore no me llamará nunca mas, pero no me importa porque no es realmente mi amiga. Y lo mas probable es que ya no me inviten a un par de fiestas, pero ya he ido a demasiadas fiestas. No me interesa ir a una mas. Fui a las grandes galas, a los restaurantes de moda…ya lo hice.
-La última vez que hablaste con Madonna fue durante el “Confessions…” tour en Miami…
-Exacto, No hemos hablado desde entonces. Le mandé un email para su cumpleaños.
-¿Te respondió?
-No. Va  a tomar tiempo recuperar nuestra relación.
-¿No crees que sea el fin definitivo?
-No. Pero cuando volvamos a hablar, no quiero que nuestra relación sea igual que antes. No podría volver a lo mismo. Ahora tendría que ser de igual a igual, y eso significaría que ella tendría que conocerme de verdad.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Que tendría que leer mi libro.
-¿No lo ha leído?
-No lo sé.
-¿En que estás trabajando ahora?
-Acabo de terminar un piloto de un programa de televisión sobre diseño de interiores. No tiene nada que ver con Madonna. Y también me reuní con algunos productores teatrales en Nueva York, porque tengo la idea de hacer una obra con uno de los capítulos del libro, un musical que habla sobre el último show de una diva y la relación que tiene con su vestidor.
-Sabes que todo el mundo supondrá que estas hablando de ti y tu hermana…
-Claro, es inevitable. Pero es mi vida, son mis experiencias, y no estoy usándola. La verdad es que, después de todo lo que hemos vivido, somos inseparables.
-¿Tienes planes de escribir otro libro?
-Si. Tengo claro que no soy Charles Dickens y que no voy a escibrir la próxima gran novela americana, peo me gustaría escribir un libro sobre la exploración de mi sexualidad. Sería como un diario, con las experiencias que tuve cuando, a los 30 y después de una relación de una década, me mudé a Los Angeles. Tengo cerca de 300 polaroids, la mayoría “X rated”, de tipos que conocí. Será un libro mas gay, mas de nicho. Definitivamente no el libro que le enviaría a mi padre.